Comarca Kuna Yala Panamá
Situada al noreste del archipiélago de las Mulatas (Océano Atlántico), La Comarca Kuna Yala, conocida anteriormente como la Comarca de San Blas, tiene una extensión territorial de 3,206 km2 y se ex extiende desde los límites con la Provincia de Colón hasta la frontera con la República de Colombia.
Esta formada por una franja litoral limitada por la Cordillera de San Blas y alberga a más de 400 islas de formación coralígena. Bordeadas de palmeras y playas de arenas blancas, las cuales se pueden apreciar des el avión como si hubieran sido dibujadas por un pincel. En esta tranquila área del mar caribe con un color celeste y tonalidades verde esmeralda, el clima tropical es, por lo general, atenuado por agradables brisas refrescantes. Este grupo de islas está completamente libre de insectos y serpientes, lo cual de por sí es un hecho extraordinario.
La mayor parte de los 27.000 indígenas kunas, habitan sólo 52 de las islas de las regiones costeras cercanas. Casi todas las otras islas están habitadas por una persona a cargo del cuidado y protección de los cocoteros y su preciada fruta, la cual, junto con los peces forman su principal fuente de nutrición. Además, todo bien raíz dentro de las islas pertenece a la comunidad y no puede ser vendido, sin embargo, los cocoteros si se pueden comprar.
Está distribuida en cuatro corregimientos llamados: Nargana, Ailigandi, Tubuala y Puerto Obaldía. Hasta el día de hoy, las canoas con grandes velas llamadas “cayucos” y capaces de desarrollar altas velocidades para su tamaño, han continuado siendo el medio de transporte usual entre las islas y continente.
Los kunas son pequeños de estatura y carácter sencillo y los extranjeros se sienten encantados de inmediato con la hospitalidad y franca cordialidad de este pueblo. Como resultado de los esfuerzos de los misioneros, la era moderna los ha visto separarse formando distintos grupos y sectas religiosas.
Esto ciertamente no ha promovido el espíritu de comunidad que debiera unir a tan pequeño grupo de personas del mismo origen y raza. A pesar de esto, muchos kunas han conservado las creencias de sus antepasados con leves modificaciones.
Las mujeres kunas son las depositarias de la tradición y la cultura. Su vestimenta, joyas y belleza son un fiel reflejo del bienestar familiar. Son ellas las que visten las hermosas molas. Las molas están consideradas como una de las más sofisticadas artesanías en América Latina. Son confeccionadas por las mujeres en pares temáticos y aplicadas en las blusas que visten.
En complemento a las molas, las mujeres usan una tela de colores brillantes amarrada a la cintura, a manera de falda, y un pañuelo rojo con motivos amarillos en la cabeza. Además, se adornan con collares, anillos y brazaletes de oro con los que completan la indumentaria diaria. Muy preocupadas por su apariencia física, las Kunas se envuelven los tobillos y las muñecas en pulseras hechas de chaquiras en vivos colores, (winis) esto hace que estas partes del cuerpo permanezcan delgadas, lo que en su cultura es símbolo de belleza.
El idioma que se escucha en esta hermosa Comarca es el “Tule Galla”, su dialecto nativo, pero muchos indígenas pueden hablar el español, idioma que ha sido divulgado en los colegios por los grupos religiosos.
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Situada al noreste del archipiélago de las Mulatas (Océano Atlántico), La Comarca Kuna Yala, conocida anteriormente como la Comarca de San Blas, tiene una extensión territorial de 3,206 km2 y se ex extiende desde los límites con la Provincia de Colón hasta la frontera con la República de Colombia.
Esta formada por una franja litoral limitada por la Cordillera de San Blas y alberga a más de 400 islas de formación coralígena. Bordeadas de palmeras y playas de arenas blancas, las cuales se pueden apreciar des el avión como si hubieran sido dibujadas por un pincel. En esta tranquila área del mar caribe con un color celeste y tonalidades verde esmeralda, el clima tropical es, por lo general, atenuado por agradables brisas refrescantes. Este grupo de islas está completamente libre de insectos y serpientes, lo cual de por sí es un hecho extraordinario.
La mayor parte de los 27.000 indígenas kunas, habitan sólo 52 de las islas de las regiones costeras cercanas. Casi todas las otras islas están habitadas por una persona a cargo del cuidado y protección de los cocoteros y su preciada fruta, la cual, junto con los peces forman su principal fuente de nutrición. Además, todo bien raíz dentro de las islas pertenece a la comunidad y no puede ser vendido, sin embargo, los cocoteros si se pueden comprar.
Está distribuida en cuatro corregimientos llamados: Nargana, Ailigandi, Tubuala y Puerto Obaldía. Hasta el día de hoy, las canoas con grandes velas llamadas “cayucos” y capaces de desarrollar altas velocidades para su tamaño, han continuado siendo el medio de transporte usual entre las islas y continente.
Los kunas son pequeños de estatura y carácter sencillo y los extranjeros se sienten encantados de inmediato con la hospitalidad y franca cordialidad de este pueblo. Como resultado de los esfuerzos de los misioneros, la era moderna los ha visto separarse formando distintos grupos y sectas religiosas.
Esto ciertamente no ha promovido el espíritu de comunidad que debiera unir a tan pequeño grupo de personas del mismo origen y raza. A pesar de esto, muchos kunas han conservado las creencias de sus antepasados con leves modificaciones.
Las mujeres kunas son las depositarias de la tradición y la cultura. Su vestimenta, joyas y belleza son un fiel reflejo del bienestar familiar. Son ellas las que visten las hermosas molas. Las molas están consideradas como una de las más sofisticadas artesanías en América Latina. Son confeccionadas por las mujeres en pares temáticos y aplicadas en las blusas que visten.
En complemento a las molas, las mujeres usan una tela de colores brillantes amarrada a la cintura, a manera de falda, y un pañuelo rojo con motivos amarillos en la cabeza. Además, se adornan con collares, anillos y brazaletes de oro con los que completan la indumentaria diaria. Muy preocupadas por su apariencia física, las Kunas se envuelven los tobillos y las muñecas en pulseras hechas de chaquiras en vivos colores, (winis) esto hace que estas partes del cuerpo permanezcan delgadas, lo que en su cultura es símbolo de belleza.
El idioma que se escucha en esta hermosa Comarca es el “Tule Galla”, su dialecto nativo, pero muchos indígenas pueden hablar el español, idioma que ha sido divulgado en los colegios por los grupos religiosos.
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