miércoles, 24 de octubre de 2007

ARQUEOLOGIA EN PELIGRO

Sitios arqueológicos necesitan atención
Hay lugares en donde utilizan las piedras talladas o petroglifo para lavar la ropa sucia. La investigadora Olga Linares registró 45 sitios arqueológicos en los alrededores del volcán Barú.

ESPECIAL PARA LA PRENSA/B. Gómez


EXHIBICIÓN. En el museo de El Nancito, en Remedios, se puede observar gran variedad de piezas de cerámica de culturas que en algún tiempo habitaron esos lugares. 835760
Boris Gómez DAVID, Chiriquí

Uno de los días más tristes para la investigadora Milagros Sánchez fue aquel en el que se dirigió a Caldera para conocer un petroglifo monumental.

Iba con una gran emoción. Quería acercarse a una roca escrita dejada por las culturas precolombinas como prueba de su existencia y la encontró, pero lamentablemente la piedra era usada por algunas familias para lavar la ropa sucia.

“Es una piedra monumental la que hay en esa zona de Boquete. Con espirales grabados en la roca. Debió representar algo importante, pero la familia dueña de la finca la usa como lavandería”, se lamentó Sánchez.

Pero su asombro no terminó allí, porque en otras ocasiones se encontró con que esos monumentos eran usados para ponerles comida a los animales de la granja.

Tenemos decenas de lugares con importantísimo valor histórico, que merecen ser convertidos en sitios donde las nuevas generaciones vayan a conocer los ejemplos culturales, pero muchos de ellos están abandonados, explicó Sánchez.

En los años 1980, la investigadora Olga Linares registró 45 sitios arqueológicos en los alrededores del volcán Barú.

Ella definió para toda la región cinco zonas arqueológicas: Cerro Punta, Bambito, zona intermedia, Los Llanos y zona suroeste. Hay también varias zonas arqueológicas en el oriente de la provincia de Chiriquí y la más popular es Nancito, en donde hay un museo que está en malas condiciones.

La huaquería, es decir la extracción clandestina de piezas arqueológicas para comercializarlas, ha hecho que se pierda gran parte de esa riqueza cultural, aunque en las escuelas y museos aún quedan suficientes colecciones para tratar de entender a los antiguos pobladores del occidente de Panamá.

Sánchez en sus investigaciones señala que hay varios sitios dispersos en Boquete , Volcán y Cerro Punta, donde no hay vías de acceso adecuadas.

En Boquete mencionó la zona de El Síndigo, Los Naranjos y Caldera. En Volcán a Palo Santo y Tizingal. Ambas zonas tienen petroglifos metidos dentro de fincas privadas y los caminos son de piedra.

Destacó que para el futuro se puede pensar en ofrecer a los turistas un recorrido arqueológico, si se mejoran los caminos y se sigue el ejemplo de sitios donde el Estado ha dado concesiones, como en Sitio de Barriles.

“La escuela de Las Tumbas, en la vía hacia Volcán, y La Cuchilla del Bongo tienen importantes museos escolares con huacas que son dignas de apreciar”, explicó.

Museos

Los museos y centros de interés arqueológico en Chiriquí siguen huérfanos. Falta de carreteras para llegar a los lugares donde culturas anteriores dejaron rastros; mínima proyección por el Estado para convertirlos en sitios de interés turístico y carencia de recursos financieros para darle mantenimiento a los museos ya existentes, es la tónica en la provincia de Chiriquí.

En los museos de David y de Nancito los techos estuvieron a punto de caer. El director regional del Instituto Nacional de Cultura (INAC), José Montenegro, aceptó que en Nancito, distrito de Remedios, es necesario mejorar la infraestructura del museo.

El lugar recibirá un gran aporte con la construcción de la carretera Panamericana a Nancito este año. Nancito espera despertar al turismo, pues es una zona de montañas con hermosos paisajes.

Un importante avance se logró en Gualaca, donde una empresa privada –que construyó un proyecto hidroeléctrico– sabiendo que afectaría con las obras civiles parte de las zonas donde vivieron culturas precolombinas, donó los fondos para construir un museo que será administrado por el municipio.

Según el director del Inac, se espera un especialista en museos para colocar las piezas recuperadas como cerámicas y piedras talladas que se exhibirán cuando abra el museo, que esperan sea pronto.

Según Montenegro, otros sitios de interés son los museos escolares de los colegios Félix Olivares y San Agustín de David, y el museo de San Pablo.

Sitio de Barriles

A cinco kilómetros de la comunidad de Volcán, llegando por la carretera a Caizán, se encuentra el museo temático Sitio de Barriles.

Edna de Landau y su esposo José Luis son dueños de la finca de 60 hectáreas en donde se han encontrado restos arqueológicos.

Edna, con un perfecto inglés, atiende a los turistas de otros países. Les da un recorrido por el museo que tiene un salón de cerámica, metales y utensilios de piedra; una excavación donde se puede ver la cerámica aún enterrada y un área de observación de petroglifos. No se cobra la entrada, pero hay una calabaza donde los asistentes pueden hacer donaciones voluntarias para el mantenimiento del museo.

Los antiguos habitantes de Barriles desaparecieron misteriosamente, según se cuenta, pero dejaron muestras palpables de su presencia en el área.

Estos místicos habitantes vivieron en esa región entre los años 300 y 600 d.C. El lugar fue descubierto en 1947 cuando Pedro Corella, junto a su esposa Elisa Serracín de Corella, encontraron una roca tallada en forma cilíndrica. Por su singular parecido con un barril, la denominaron con ese nombre.

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